miércoles, 3 de septiembre de 2008

Cosas que me tocan los cojones: los pies en el cine

Hola, individuos (no seré yo quien os llame gente)!
El tema de hoy es un clásico de la convivencia con primates; la gente que planta sus zarpas por todas partes. Y, en particular, cuando nos afecta a nosotros, esto es, en las filas de butacas. Y, joder, en concreto, cuando encima lo hacen descalzos!
Estamos hartos de ver a sujetos zombificados (en adelante sujetos z) adoptando una postura casi fetal dentro del coche para poder plantarlos encima del salpicadero, tratando de ser el espíritu del confort hecho carne, pero eso sólo nos causa risa o cosica. Lo vemos de lejos, cristales mediante.


Esto se debe, una vez más, a los principios involutivos a los que hacíamos referencia en publicidad para zombies. Uno de los primeros indicios es la necesidad de dar un uso más completo a las extremidades inferiores. El sujeto anhela inconscientemente el retorno a la ambivalencia de las partes superior e inferior. Sin ir más lejos, un reputado doctor de la Universidad de Miskatonik, afirmó el pasado mes haber encontrado un señor con capacidades prensiles en sus pies, ocasionándole cierta confusión funcional en sus miembros. Afortunadamente, ha conseguido la plena integración social por parte de todos los miembros de su comunidad. Esto es lo que se llama el impulso retroevolutivo.

Bueno, pero ¿qué pasa cuando no podemos huir de este comportamiento?. Os pongo en situación: vais a ver una peli, y no es lo suficientemente sesuda como para hacerlo en uno de esos cines que parecen un cuartito con proyector LCD para los colegas. Sesión numerada. La cajera ofrece un asiento, normalmente lejos de primera fila. Como no tienes muchas manías, aceptas el que te dice.
Primer error: las cajeras de los cines se lo pasan bomba poniendo a todo el mundo pegado. Si sólo sois diez, os pondrá a todos en una misma fila, pues entiende que se agradece el calor humano y la distribución pública de comentarios ingeniosos en tiempo real. Intuyen que esto es especialmente cierto en la gente que acude sola al cine.
Una vez dentro, y tras superar:

-Cretinos que leen en voz alta todo lo que sale en pantalla
-Politonos garrulos a máxima potencia en mitad de película, seguidos o no de conversación.
-Exclamaciones irrefrenables en escenas de acción (ej. “te l'has comío o qué?”)

Te giras para ver con quién han ignorado los derechos de admisión y te encuentras con un pinrelaco grimoso a pocos centímetros de la cara!! Sí, esa palurda vestida de domingos con bronceado nuclear, la que destila un aura de glamour de granja, como has visto en la tele mil, o ese payaso exfoliado simiesco que no se puede resistir a los cacahuetes que sirven en el Foster's en sus sospechosos abrevaderos, te han plantado su pie en el asiento.
Y, claro, el pie se lleva descalzo desde febrero hasta diciembre, con lo que lo más seguro es que no lleve ni calcetines.
Poco puedes hacer, porque cuando se activa el impulso retroevolutivo, es muy difícil razonar con el sujeto. Ya te puedes girar con la peor cara de desprecio y ascopena que hayas ensayado en el espejo, que no lo pillan. Un codazo accidental sólo los cambiará ligeramente de sitio. El empleado de sala es una figura casi extinta, y tendrías que salir afuera para pedir a alguien que ponga orden, si se trata de un grupo numeroso y amenazador.
Lo mejor en estos casos es ir bien provisto con una bolsa de cacahuetes, a ser posible con cáscara, y tirárselos por encima. Su impulso retroevolutivo le llevará inmediatamente a tratar de usar por igual manos y pies para recogerlos y comérselos, con lo cual estarán un buen rato con los pies ocupados.
Es un consejazo de Bancario Sectario ;).

Por cierto, os animo desde aquí a expresar en los comentarios las cosas que más os joden de la humanidad en general.

Ah! se me olvidaba, he puesto una encuesta para animar un poco el blog. Comentar que he obviado como opción al cantante del Canto del Loco porque no tendría emoción.

7 comentarios:

Tomás dijo...

Ýo soy un tio de 190 y 110kilos que suele tener problemas de espacio y el cine no es una excepción xD

Tomás dijo...

(por cierto encontre este articulo de tu blog buscando el nombre del mio para ver como estaba indexado xD)

Bancario Sectario dijo...

Oye, bonito blog. Otro de "pataleta", como el mío :). Creo que lo del posicionamiento en Google va por nº de enlaces que entran y salen de tú página, pero no sé muy bien cómo va :P

Tomás dijo...

yo habia oido eso que dices, que realmente no existen los ultimos numeros y si te fijas estas colecciones suelen durar año y medio o incluso 2 pero... despues de semana santa... ves alguna aun en el quiosco?

Tomás dijo...

lo de los enlaces es que cuantos mas enlaces apunten a tu blog (y cuanto mas importancia tengan mejor) más valor tiene tu web (esta relacionado con el pagerank, mirate mi blog de http://ganardineroconlosblogs.blogspot.com) pero como mucha gente hacía esto de yo te añado y tu me añades empezaron apenalizar estos enlaces recíprocos.

No se, si te apetece pues hacemos el intercambio, aunque google no lo valore o lo penalize, cuantos más enlaces mejor porque entre webs si habra visitas :) Si te interesa pues me avisas y los ponemos.

Anónimo dijo...

Pues hay una cosa q me toca mucho pero mucho los cojones, los calzoncillos apretados, me joden un huevo o dos, ciertas cosas hay q llevarlas con soltura y donaire no falto de elegancia.En fin algun dia le contare a mi madre adoptiva que ya no tengo 7 años. Me piro volando , hasta otra.

Con cariño Superman

Bancario Sectario dijo...

En efecto, Superman, probablemente, los calzoncillos sean la cosa que más nos toca los cojones a todos con diferencia. Increíblemente, se siguen vendiendo (manda cojones).