Antes de acabar el año, quiero transmitir una interesante propuesta que se está moviendo por los USA, y que pienso que es de esas pocas cosas que no me importaría importar de allí. Es una de esas ideas brillantes que nos recuerda, contra nuestra zombificada voluntad, que el cambio está en nuestra mano, siempre que tengamos una dirección común que nos interese a todos.
Desde los orígenes de esta crisis, que recordemos todavía ni ha despertado conciencias ni ha bajado del burro a ningún hijo de puta, se han propuesto medidas salvajes como la Huelga de Hipotecas, que de haber tenido buena acogida hubieran provocado un jodido caos, conveniente o no (a mí me hubiera parecido divertido, cuanto menos ;)). Y es que no debemos olvidar que el sistema financiero nos tiene muy cogidos por los huevos, al menos mientras queramos seguir viviendo en el primer mundo (de lo que cada vez estoy menos seguro, por cierto). Es algo así como una garrapata que se nos ha hecho muy grande y no se desprenderá sin llevarse un buen cacho de carne consigo.
Pero, ¿y si tenemos el poder de equilibrar influencias y potestades y bajar del trono a las grandes firmas del mundillo?. En su página web, Move Your Money, a través de su vídeo, y tal como explica Arianna Huffington en su post, nos demuestran que restar poder a las grandes instituciones financieras americanas, tales como Citibank, Bank of America, J. P. Morgan y demás es algo que puede tener un fuerte eco en el entorno económico y quién sabe qué mas general. Y esto es así porque los gobiernos y reservas monetarias en general, tienden a destinar sus famosas inyecciones de liquidez a los bancos más importantes, que son los mismos que utilizan esos fondos para aliviar sus aprietillos, mantener sus posiciones, manipular allá donde puedan, que es mucho, y dar pomada a sus clientes, que se hunden en lo más cenagoso. Lo hacen así porque se supone que es una apuesta más segura, ya que estos gigantes parecen ser los últimos destinados a caer.
Obviamente, como muchos han notado en sus propias carnes, digo cuentas, estas medidas no han hecho más que salvar a estos bastardos de los efectos de la crisis mientras se duelen por los "esfuerzos" que han realizado por su clientela.
Qué hacer: detectar cuáles son estos tiburones de la financiación (tiburones grandes, porque todos lo son) y retirar rapidísimo de ahí toda nuestra pasta en caso de tenerla para llevarla a las cajas más pequeñas y ridículas. De ese modo, y teniendo en cuenta que nuestro dinero, hasta 100.000,00 € está teóricamente seguro en cualquier parte (o eso garantiza el Banco de Europa), le damos una patada en el culo a estos gigantes, y con un poco de suerte les hacemos tanta pupa que les restamos poder e influencia en asuntos donde nunca debieron meter sus narices. Por no hablar de la satisfacción que da al pueblo dar patadas en el culo a cualquier banco. Eso da un gustito que mete miedo. Sí, sí, zurremos a esos hijos de perra!! Ahem...
Por otro lado, las entidades financieras, por mucha fusión que suene a diestro y siniestro, todavía están lo suficientemente fragmentadas como para que esto pueda dar un resultado curioso, sobre todo si atendemos a pequeñas cajas de ahorros y similares, que verían mojorados sus números, pero no lo suficiente como para hacerse grandes de verdad. En fin, que molaría difundir este tema por nuestras tierras, que de esto se cuece en todos los países.
Eso sí, cuidado, no llevemos todos nuestra pasta al mismo, o crearemos un monstruo XD!
Bueno, para más info, echad un ojo a los enlaces. Hala, y ahora a churrar y a comer, mientras podamos!
jueves, 31 de diciembre de 2009
sábado, 19 de diciembre de 2009
El fin de la música.
Como no se me ocurría de qué hablar, pues he decidido tocar los cojones a los de siempre, que siempre es divertido y se merecen todo lo peor que se le pueda a uno ocurrir.
Hoy voy a hablar del fin de la música, de ese profético plazo de cinco años que algún gilipollas ha puesto a la música, así, en todo su vasto concepto, la música, señores, en mayúscula y negrita. Valiente sesos-de-culo hay que ser para referirise a la música con tanta ligereza y, lo que es peor, estar pensando al tiempo en tristes fórmulas comerciales impuestas a golpe de dial en los oídos más perezosos que, mal que nos pese, son los más abundantes.
Quiero exponer lo que un servidor opina (si todavía es legal) que puede acabar en cinco años si la cosa del P2P e internet continúa como hasta ahora. Sencillamente, la industria musical. Lo que falta por ver es en qué se traduce esto. Sinceramente, no creo que lo sepan ni ellos. Pero hay cuatro cosas que tengo bastante claras, y ellos también:
- Tengo claro que los 4 últimos grupos que me han sorprendido en el último año, no tienen el apoyo de ninguna discográfica, pero han grabado cada uno su disco e incluso he pagado (a un precio muy, muy razonble) para conseguirlo en algún caso. Sin discográfica de por medio, han conseguido un disco grabado, costeado por ellos mimos, han conseguido promoción (en recopilatorios de descarga digital y MySpace), distribuyen sin problemas vía internet y organizan conciertos de los que no dudo que sacarán su merecido beneficio. Luego es posible la música y, lo que es mejor, la buena música, sin el amparo de protecciones y extorsiones mafiosas.
- También tengo claro que para mucha gente que no tiene la afición suficiente, no hay alternativa, por pereza o falta de tiempo, a las propuestas de la radio y la televisión. Claro está también que las discográficas se aprovechan de ello, y colocan a quien quieren en esos espacios de difusión masivos que controlan a su antojo a golpe de talón. Lo que está por discutir es qué oscuro interés tienen en poner unos y no otros. A estas alturas creo que no hace falta explicar que la calidad y el talento no tienen vela en este entierro.
- Tengo claro que para extender esos talonazos y aún así ganar fortunones, han de sacar mucha pasta por la venta del formato físico, y todos sabemos cómo hace pasta quien la hace, al menos lo sabemos los que trabajamos en financieras y vemos rentas y esas cosas. Total, que el artista no ve un guil (un 6% del precio del CD, según la mayoría de fuentes).
- Ellos, por su parte, tienen claro que su negocio se va a la puta mierda, y los puestos de trabajo inmediatamente involucrados se van al peo, porque la gente tiene claro que lo que importa es la música y ésa está igual en el CD que en el MP3. Y yo, aunque reconozco que no es momento para cargarse puestos de trabajo (aunque, según dicen, todavía quedan 5 años para eso :P), sudo mogollón de sus lágrimas de cocodrilo.
Y todo eso por un motivo bien sencillo. Porque en el momento en que deje de existir una discográfica dictando a una emisora qué debe de poner y qué no, los músicos vivirán en democracia. Y los artistuchos mediocres y sin chicha como Bisbalito o Sanz, tan sobrevalorados y tan idiotizantes, estarán en igualdad de condiciones que los más talentosos y/o más humildes, a excepción de lo que sus fortunas les permitan, pero ya de un modo menos sostenible en el tiempo. Y la gente, de una puta vez, estará obligada a buscar y elegir lo que de verdad le guste.
Para ello, claro está, no debe quedar ni rastro de discográfica, por lo que hablamos de algo a muchos años vista. Pero yo sueño con ello. Con el día en que no me suene una canción hasta cuatro veces en siete horas en la emisora del hilo musical del trabajo, horadando mi cerebro y tratando de instalarse allí indefinidamente.
Porque, hagan lo que hagan, su puto imperio dictatorial de música ligera y temas livianos para amansar al rebaño está sentenciado. Y no sólo lo ha hecho internet. Lo ha hecho el formato digital, el MP3, y su facilidad para ser copiado, compartido y transferido. Y eso ya no lo para nadie.
Hoy voy a hablar del fin de la música, de ese profético plazo de cinco años que algún gilipollas ha puesto a la música, así, en todo su vasto concepto, la música, señores, en mayúscula y negrita. Valiente sesos-de-culo hay que ser para referirise a la música con tanta ligereza y, lo que es peor, estar pensando al tiempo en tristes fórmulas comerciales impuestas a golpe de dial en los oídos más perezosos que, mal que nos pese, son los más abundantes.
Quiero exponer lo que un servidor opina (si todavía es legal) que puede acabar en cinco años si la cosa del P2P e internet continúa como hasta ahora. Sencillamente, la industria musical. Lo que falta por ver es en qué se traduce esto. Sinceramente, no creo que lo sepan ni ellos. Pero hay cuatro cosas que tengo bastante claras, y ellos también:
- Tengo claro que los 4 últimos grupos que me han sorprendido en el último año, no tienen el apoyo de ninguna discográfica, pero han grabado cada uno su disco e incluso he pagado (a un precio muy, muy razonble) para conseguirlo en algún caso. Sin discográfica de por medio, han conseguido un disco grabado, costeado por ellos mimos, han conseguido promoción (en recopilatorios de descarga digital y MySpace), distribuyen sin problemas vía internet y organizan conciertos de los que no dudo que sacarán su merecido beneficio. Luego es posible la música y, lo que es mejor, la buena música, sin el amparo de protecciones y extorsiones mafiosas.
- También tengo claro que para mucha gente que no tiene la afición suficiente, no hay alternativa, por pereza o falta de tiempo, a las propuestas de la radio y la televisión. Claro está también que las discográficas se aprovechan de ello, y colocan a quien quieren en esos espacios de difusión masivos que controlan a su antojo a golpe de talón. Lo que está por discutir es qué oscuro interés tienen en poner unos y no otros. A estas alturas creo que no hace falta explicar que la calidad y el talento no tienen vela en este entierro.
- Tengo claro que para extender esos talonazos y aún así ganar fortunones, han de sacar mucha pasta por la venta del formato físico, y todos sabemos cómo hace pasta quien la hace, al menos lo sabemos los que trabajamos en financieras y vemos rentas y esas cosas. Total, que el artista no ve un guil (un 6% del precio del CD, según la mayoría de fuentes).
- Ellos, por su parte, tienen claro que su negocio se va a la puta mierda, y los puestos de trabajo inmediatamente involucrados se van al peo, porque la gente tiene claro que lo que importa es la música y ésa está igual en el CD que en el MP3. Y yo, aunque reconozco que no es momento para cargarse puestos de trabajo (aunque, según dicen, todavía quedan 5 años para eso :P), sudo mogollón de sus lágrimas de cocodrilo.
Y todo eso por un motivo bien sencillo. Porque en el momento en que deje de existir una discográfica dictando a una emisora qué debe de poner y qué no, los músicos vivirán en democracia. Y los artistuchos mediocres y sin chicha como Bisbalito o Sanz, tan sobrevalorados y tan idiotizantes, estarán en igualdad de condiciones que los más talentosos y/o más humildes, a excepción de lo que sus fortunas les permitan, pero ya de un modo menos sostenible en el tiempo. Y la gente, de una puta vez, estará obligada a buscar y elegir lo que de verdad le guste.
Para ello, claro está, no debe quedar ni rastro de discográfica, por lo que hablamos de algo a muchos años vista. Pero yo sueño con ello. Con el día en que no me suene una canción hasta cuatro veces en siete horas en la emisora del hilo musical del trabajo, horadando mi cerebro y tratando de instalarse allí indefinidamente.
Porque, hagan lo que hagan, su puto imperio dictatorial de música ligera y temas livianos para amansar al rebaño está sentenciado. Y no sólo lo ha hecho internet. Lo ha hecho el formato digital, el MP3, y su facilidad para ser copiado, compartido y transferido. Y eso ya no lo para nadie.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Alarma! La SGAE no se conforma con el atraco.
Difundidlo! Según varios análisis que podéis encontrar en sitios como Merodeando, El Blog Salmón, Periodistas 21, Netoratón, Público, Enrique Dans o El País, dentro del reciente Proyecto de Ley de la Economía Sostenible nos intentan colar maniobras ministeriales que apuntan a la censura de páginas web, restriciones de acceso a contenidos y al cierre de blogs y webs sin orden judicial ni proceso, al libre albedrío de una Comisión de Propiedad Intelectual (concretamente, su Sección Segunda, que ya queda para los anales como SS). He aquí el manifiesto que está corriendo por toda la red.
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.
Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.
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