jueves, 4 de diciembre de 2008

Mierda discográficas

Son dos palabras que rara vez van separadas. Hasta los huevos de leer que si la SGAE está empezando a contratar inspectores, para asegurarse de que se cobra el puto canon en los comercios, o que acosan presuntamente a quienes se muestran críticos con ellos (e incluso vigilan lo que se pone en bodas y discotecas), va y me encuentro, por segunda vez en menos de un semestre, con un grupo cojonudo que, mira tú por dónde, no ha conseguido encontrar quien le saque el disco.
Mientras los Enrique Pérez y los Kevin González siguen engordando sus cuentas bancarias a cambio de salpicar de saliva un micrófono (y, gracias al canon, ni siquiera eso), grupos como Pretentious, Moi? no se comen un colín.

Pero bueno, yo había empezado esto para hablar de los grupazos que he descubierto!.
Llevo escuchando a los susodichos los últimos días (las cuatro canciones que pueden escucharse en su espacio), especialmente, Now and Again, que me parece bárbara, y cada vez que intento en vano conseguir algo más de éstos me entran ganas de pegar fuego (otra vez, alguien me quitó la idea hará poco más de un año, según leí) a las putas naves de Valemusic (o su equivalente británico) y otras ponzoñas que matan las neuronas de nuestra sufrida y lobotomizada juventud.

Acciones terro-culturales aparte, me llena de optimismo haber encontrado un grupo como éste gracias a inet, y no es la primera. Solemn Novena, el otro descubrimiento, también andan en las mismas, si no me equivoco, si bien creo que están más cerca de sacar disco que los anteriores. De ellos la que más me mola es Siren.
Podría decirse que ambos poseen un hacer sencillo, sin aportar demasiada novedad al género. Buenas voces, femeninas y masculinas, PM con un Dark Wave que me recuerda más directamente a Malaise que a otros más clásicos del estilo, y SN con un Gothic Rock guitarrero de punteados lánguidos. Si bien no han creado estilo, ni mucho menos, lo que sí es de agradecer son las melodías inspiradas de que hacen gala, y un sonido fresco y cojonudo, con un abuso palpable (reconocido por Pretentious, Moi? cachondamente en su espacio) del reverb y otros medios de saturar el sonido, que al que teclea particularmente le ponen mogollón.
Un dato curioso es que este tipo de grupos, que suenan de fenómenos, nunca se toman en serio a sí mismos, como puede deducirse de sus autodescripciones, que no tienen desperdicio. Sin gotioteces.

He aquí, pues, la prueba palpable de que las discográficas, lejos de ser una figura que debemos proteger persiguiendo las descargas y todo ese blablá, más bien parecen ser un obstáculo (en vías de extinción) al desarrollo de nuevas vías de distribución de la música tal y como la entendemos los que la disfrutamos, dando fuerza todavía a la tiranía de la mediocridad. Internet lleva mucho tiempo demostrando que es una vía apropiada y muucho más barata, sobre todo cuando preguntas a un artista y te contesta que no percibe una mierda por los cd's que vende, si no por los conciertos, que sí se pagan y muy a gusto.
¿Qué me importa a mí que se vaya al carajo una discográfica que distribuye basura de radiofórmula y cierra sus puertas a toda propuesta que no genere millonadas, que dicta lo que está de moda y lo que se debe escuchar con sus herramientas de marketing? ¿no será mejor que esas heramientas de marketing se vayan a tomar por el culo para que cada uno pueda decidir por sí mismo qué es buena música?
¿Por qué he de pagar un canon para pagar a cuatro gilipollas que no puedo ni ver, y que nunca he descargado de la red? Tranquilos, señores de la SGAE, todo lo que "protegen" con tanto celo me importa una leche, no voy a hacerme con ello de ningún modo, lícito o ilícito. Perdón, lícito sí, cada vez que compro un lápiz usb es como si comprara un cachito de disco de Bisbal, asco me da llevarlo en el bolsillo, si te descuidas.

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