No soy muy dado a poner el mismo post en más de un blog, pero cuando algo lo merece, no hay otra.
Os presento, si no lo conocéis, un estupendo vídeo, protagonizado por un señor muy raro que se llama Salad Fingers, sólo os llevará menos de dos minutos (es el primero de unos cuantos).
No acabo de aclararme entre si me parece divertido, terrorífico o deprimente, juzgad vosotros :). Lo único que sé es que en medio de ese batiburrillo de sensaciones, no he podido parar de ver uno tras otro. Activa partes latentes de la mente, me recuerda al Planeta Imaginario que veíamos cuando éramos pequeños (qué hicisteis con nuestras inocentes mentes, yonkis lisérgicos??!!).
Podéis ver hasta el ictus en la página de David Firth, su creador: Fat-Pie.com
Nota: Éste es de los más normales.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
jueves, 11 de diciembre de 2008
Cosas de Zombies (II): Guerra Mundial Z y Left 4 Dead
Llego muy tarde hablando sobre esto, pero al menos con este post te vas a enterar de qué cojones va "Guerra Mundial Z", de Max Brooks, autor del ya comentado Guía de Supervivencia Zombi. Y es que, cuando te pones a buscar sobre el libro, casi todas las putas páginas o blogs (no sé si es que no se lo han leído y se copian la misma mierda unos a otros) coinciden en comentar el libro como un documento auténtico sobre unas investigaciones por parte de la ONU sobre la terrible guerra mundial de muertos vivientes que asoló el planeta y bla, bla, que queda muy graciosete pero es terriblemente críptico en cuanto a qué tipo de libro nos llevamos entre manos. Quiero decir, se trata de un falso documental, muy realista, parece ser, pero ¿qué formato narrativo ha empleado? ¿por qué se dice que va a ser difícil llevarlo a cine?, etc. Pues aquí estoy yo para contestar a eso y poner al libro por las nubes habiendo leído sólo la mitad, porque ya tengo más que suficiente (un estilo crítica a priori como el Alce dice ke de Borrachera de Poder, pero menos valiente).
El libro, en efecto, es de un realismo que no recuerdo ahora mismo en ninguna otra parte, con un trabajo de documentación, o increíblemente trabajado, o increíblemente creativo y engañoso, que para el resultado es lo mismo. El formato es una sucesión de testimonios cortos, recogidos a lo largo de todo el mundo, de supervivientes de dicho holocausto, situado en un futuro cercano. El autor va realizando saltos de localización y personajes a su antojo, generalmente ordenados por orden cronológico de lo que se narra, de forma que el lector se va formando progresivamente un concepto global de los acontecimientos.
Entiendo que por esto es difícil llevarlo a cine, porque son entrevistas a hecho pasado. Sin embargo, imagino que combinando testimonios con imágenes "de archivo", se podría hacer un falso documental bastante potable.
Los entrevistados son de todo tipo, militares, civiles corrientes, traficantes y mafiosos, doctores implicados, etc.
Lo más interesante del libro, como en todo esto , no son lo zombies, de los que, hasta lo que llevo leído, no habla demasiado, sino el estudio político, económico y social que ha tenido que hacer el tipo para poder profetizar las consecuencias a todos los niveles que podría acarrear un incidente así. Por ejemplo, suspicacias entre israelíes y palestinos en cuanto uno de ellos tomara medidas con los primeros brotes, desencadenando una guerra civil (por si no tienen bastante ya con la que se les viene encima), cortes de comunicaciones diplomáticas y malinterpretación de acciones militares que provocan respuestas desmedidas (no voy a desvelar más) y, sobre todo, la naturaleza más cruda del ser humano, desde un punto de vista realista y sin adornos, que es lo más acojonante del libro.
En fin, no tengo ni guarra de procedimientos ni protocolos militares, y menos si se trata del ejército ruso, chino o coreano, pero desde mi humilde ignorancia, todo lo que se ve en este libro es consistente y creíble, que es lo que importa.
Otro dato interesante y que dice en favor de la calidad del texto, es que se habla de una recesión económica en E.E.U.U., habiendo sido el libro escrito en 2007, cuando todas las hipotecas, Sub Prime y Chachi Prime, iban viento en popa en yanquilandia (aunque cualquiera sabía que no sería eterno).
Por lo que respecta a Left 4 Dead, comentar que se trata de un FPS a lo Zombie Panic (mecánica Counter Strike), pero con unos graficazos que, gracias al cielo, puede mover sin problemas (al mínimo, supongo) mi GeForce 7600 de 256 mb, por lo que intuyo que las opciones gráficas son bastante adaptables. La diferencia está en que son zombis farloperos estilo 28 Días Después, con lo cual aconsejo una tila o echar un polvo antes de ponerse a las teclas, porque la tensión es palpable. Especial mención merecen los momentos de ataque inminente, en que una horda de muchocientos zombies llegan corriendo de no se sabe dónde y te gustaría que hubiese una opción de sucicidio por tiro en la boca o algo así rápido.
El modo online pinta interesante, equipos de sólo cuatro supervivientes , evitando ver clones de tu personaje corriendo de aquí para allá, y no sé que límite de zombis.
El modo solitario, misiones con compañeros no muy listos que disparan sin preguntar y encienden las linternas a todas horas.
En fin, es todo por hoy. Voy a dar de comer a mi gato, que ya ha subido sus 5 kilazos al teclado dos veces (si hablara no sería más persuasivo).
jueves, 4 de diciembre de 2008
Mierda discográficas
Son dos palabras que rara vez van separadas. Hasta los huevos de leer que si la SGAE está empezando a contratar inspectores, para asegurarse de que se cobra el puto canon en los comercios, o que acosan presuntamente a quienes se muestran críticos con ellos (e incluso vigilan lo que se pone en bodas y discotecas), va y me encuentro, por segunda vez en menos de un semestre, con un grupo cojonudo que, mira tú por dónde, no ha conseguido encontrar quien le saque el disco.
Mientras los Enrique Pérez y los Kevin González siguen engordando sus cuentas bancarias a cambio de salpicar de saliva un micrófono (y, gracias al canon, ni siquiera eso), grupos como Pretentious, Moi? no se comen un colín.
Pero bueno, yo había empezado esto para hablar de los grupazos que he descubierto!.
Llevo escuchando a los susodichos los últimos días (las cuatro canciones que pueden escucharse en su espacio), especialmente, Now and Again, que me parece bárbara, y cada vez que intento en vano conseguir algo más de éstos me entran ganas de pegar fuego (otra vez, alguien me quitó la idea hará poco más de un año, según leí) a las putas naves de Valemusic (o su equivalente británico) y otras ponzoñas que matan las neuronas de nuestra sufrida y lobotomizada juventud.
Acciones terro-culturales aparte, me llena de optimismo haber encontrado un grupo como éste gracias a inet, y no es la primera. Solemn Novena, el otro descubrimiento, también andan en las mismas, si no me equivoco, si bien creo que están más cerca de sacar disco que los anteriores. De ellos la que más me mola es Siren.
Podría decirse que ambos poseen un hacer sencillo, sin aportar demasiada novedad al género. Buenas voces, femeninas y masculinas, PM con un Dark Wave que me recuerda más directamente a Malaise que a otros más clásicos del estilo, y SN con un Gothic Rock guitarrero de punteados lánguidos. Si bien no han creado estilo, ni mucho menos, lo que sí es de agradecer son las melodías inspiradas de que hacen gala, y un sonido fresco y cojonudo, con un abuso palpable (reconocido por Pretentious, Moi? cachondamente en su espacio) del reverb y otros medios de saturar el sonido, que al que teclea particularmente le ponen mogollón.
Un dato curioso es que este tipo de grupos, que suenan de fenómenos, nunca se toman en serio a sí mismos, como puede deducirse de sus autodescripciones, que no tienen desperdicio. Sin gotioteces.
He aquí, pues, la prueba palpable de que las discográficas, lejos de ser una figura que debemos proteger persiguiendo las descargas y todo ese blablá, más bien parecen ser un obstáculo (en vías de extinción) al desarrollo de nuevas vías de distribución de la música tal y como la entendemos los que la disfrutamos, dando fuerza todavía a la tiranía de la mediocridad. Internet lleva mucho tiempo demostrando que es una vía apropiada y muucho más barata, sobre todo cuando preguntas a un artista y te contesta que no percibe una mierda por los cd's que vende, si no por los conciertos, que sí se pagan y muy a gusto.
¿Qué me importa a mí que se vaya al carajo una discográfica que distribuye basura de radiofórmula y cierra sus puertas a toda propuesta que no genere millonadas, que dicta lo que está de moda y lo que se debe escuchar con sus herramientas de marketing? ¿no será mejor que esas heramientas de marketing se vayan a tomar por el culo para que cada uno pueda decidir por sí mismo qué es buena música?
¿Por qué he de pagar un canon para pagar a cuatro gilipollas que no puedo ni ver, y que nunca he descargado de la red? Tranquilos, señores de la SGAE, todo lo que "protegen" con tanto celo me importa una leche, no voy a hacerme con ello de ningún modo, lícito o ilícito. Perdón, lícito sí, cada vez que compro un lápiz usb es como si comprara un cachito de disco de Bisbal, asco me da llevarlo en el bolsillo, si te descuidas.
Mientras los Enrique Pérez y los Kevin González siguen engordando sus cuentas bancarias a cambio de salpicar de saliva un micrófono (y, gracias al canon, ni siquiera eso), grupos como Pretentious, Moi? no se comen un colín.
Pero bueno, yo había empezado esto para hablar de los grupazos que he descubierto!.
Llevo escuchando a los susodichos los últimos días (las cuatro canciones que pueden escucharse en su espacio), especialmente, Now and Again, que me parece bárbara, y cada vez que intento en vano conseguir algo más de éstos me entran ganas de pegar fuego (otra vez, alguien me quitó la idea hará poco más de un año, según leí) a las putas naves de Valemusic (o su equivalente británico) y otras ponzoñas que matan las neuronas de nuestra sufrida y lobotomizada juventud.
Acciones terro-culturales aparte, me llena de optimismo haber encontrado un grupo como éste gracias a inet, y no es la primera. Solemn Novena, el otro descubrimiento, también andan en las mismas, si no me equivoco, si bien creo que están más cerca de sacar disco que los anteriores. De ellos la que más me mola es Siren.
Podría decirse que ambos poseen un hacer sencillo, sin aportar demasiada novedad al género. Buenas voces, femeninas y masculinas, PM con un Dark Wave que me recuerda más directamente a Malaise que a otros más clásicos del estilo, y SN con un Gothic Rock guitarrero de punteados lánguidos. Si bien no han creado estilo, ni mucho menos, lo que sí es de agradecer son las melodías inspiradas de que hacen gala, y un sonido fresco y cojonudo, con un abuso palpable (reconocido por Pretentious, Moi? cachondamente en su espacio) del reverb y otros medios de saturar el sonido, que al que teclea particularmente le ponen mogollón.
Un dato curioso es que este tipo de grupos, que suenan de fenómenos, nunca se toman en serio a sí mismos, como puede deducirse de sus autodescripciones, que no tienen desperdicio. Sin gotioteces.
He aquí, pues, la prueba palpable de que las discográficas, lejos de ser una figura que debemos proteger persiguiendo las descargas y todo ese blablá, más bien parecen ser un obstáculo (en vías de extinción) al desarrollo de nuevas vías de distribución de la música tal y como la entendemos los que la disfrutamos, dando fuerza todavía a la tiranía de la mediocridad. Internet lleva mucho tiempo demostrando que es una vía apropiada y muucho más barata, sobre todo cuando preguntas a un artista y te contesta que no percibe una mierda por los cd's que vende, si no por los conciertos, que sí se pagan y muy a gusto.
¿Qué me importa a mí que se vaya al carajo una discográfica que distribuye basura de radiofórmula y cierra sus puertas a toda propuesta que no genere millonadas, que dicta lo que está de moda y lo que se debe escuchar con sus herramientas de marketing? ¿no será mejor que esas heramientas de marketing se vayan a tomar por el culo para que cada uno pueda decidir por sí mismo qué es buena música?
¿Por qué he de pagar un canon para pagar a cuatro gilipollas que no puedo ni ver, y que nunca he descargado de la red? Tranquilos, señores de la SGAE, todo lo que "protegen" con tanto celo me importa una leche, no voy a hacerme con ello de ningún modo, lícito o ilícito. Perdón, lícito sí, cada vez que compro un lápiz usb es como si comprara un cachito de disco de Bisbal, asco me da llevarlo en el bolsillo, si te descuidas.
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