sábado, 6 de noviembre de 2010

China y la ingeniería del defecto

Hoy les vengo a hablar del producto chino, ese producto asombrosamente barato que compramos en las tiendecitas que entraron en nuestro continente cual animal foráneo en Nueva Zelanda, sin nadie que se las supiera comer. Y es que en destajolandia, el país sin sindicatos ni amor a la vida, se fabrican productos que desafían toda fecha de caducidad posible. Es increíble cómo uno compra objetos simples de manufactura sencilla, sin fallo aparente y, una vez en casa, descubre que hacen aguas por lugares impensables. Los chinos saben mucho de esto y el pasado Halloween me dieron una lección magistral de esa disciplina tan desarrollada en el país sin vacaciones: la ingeniería del defecto, o cómo fabricar toda clase de bienes a precios bajos, aparentemente normales y sin más complejidad que la forma o el color, con unos imaginativos defectos que los hacen inservibles al poco de desempaquetarlos.

Uno compra unos pinceles en los chinos y piensa: "bueno, es posible que se me queden calvos en un par de semanas, pero total, los quiero para una tontada". Pero los chinos siempre van un paso por delante; cuando te quieres dar cuenta, la pintura que cubre el pincel se descascarilla escandalosamente y caen trozos en el bote de pintura, o la parte metálica se oxida anormalmente rápido. Su creatividad a la hora de diseñar defectos es enorme, por eso cuando se examina el producto en la tienda no se encuentran irregularidades; porque éstas se encuentran en aspectos del producto tan básicos o tan retorcidos que jamás podríamos imaginar que pudieran dar problemas.

Plumeros con curiosos botones sin ninguna función, resistentes pero con la impredecible capacidad de engancharse en todo lo que tocan, cepillos simples con púas fuertes que no recogen ni un pelo y hacen bolitas en los tejidos, pantalones de confección y tejido aceptables que albergan espacio para un tercer glúteo, tolvas de agua para gatos que en cuanto se colocan en su posición vertical vierten todo el agua hasta quedar casi vacías, cargadores para móvil con una clavija idéntica a la original para el ojo humano pero que no entran en el teléfono, reproductores de mp3 devora-fusibles para coches... la lista es casi interminable, y animo desde aquí a crear una divertida lista de aparatos con defectos sorprendentes en los comentarios.

Y sin más dilación, mi último descubrimiento en fail-tech: un set de costura para hacerme algunos apaños en mi disfraz de Halloween! en primer lugar, veremos el aspecto de conjunto, tal y como lo vemos en la tienda:


Por setenta y cinco centimazos de euro, agujas, hilos de varios colores, cinta métrica, dedal, tijeras y enhebrador de agujas. Una ganga, tirado de precio. Además, ¿qué puede salir mal? los hilos, hilos son, al igual que las agujas. La cinta métrica tampoco es ningún misterio, sólo es una tira de plástico con cosas impresas. Las tijeras, dos cuchillas unidas por una "bisagra", se las supone poco afiladas, pero poco más.
Pues bien, una vez en casa, se descubren los pequeños detalles iniciales: las agujas no son de distintos tamaños, habrá tres tamaños y muchas duplicadas. Pero no es todo, porque una vez se saca una de ellas del estuche, no se pueden volver a meter sin que asomen peligrosamente por la parte inferior de la tapa. Naderías. Pasamos a los hilos:


Exactamente, tecnología de enredos y nudos automatizados con tejido deshilachado de última generación, enrollado sobre cilindro de papel corriente y lo más destacado: no asoma el cabo inicial por ninguna parte! Y cuando digo por ninguna parte, quiero decir que ni está ni se le espera, que hay que pellizcar de cualquier sitio, cortar ahí y comenzar a tirar del rollo como se pueda para sacar hilo. Ingenioso, ¿verdad?. Ahora viene cuando hay que cortar con las tijeras:


Si cabe el dedo, claro está. Obviando el exquisito acabado de los bordes del plástico, pronto se advierte que no es ése el principal problema; lo que hace tirarlas a la basura es que... ¡no se pueden abrir!. Cuando se usan ambas manos para hacerlo, quedan del siguiente modo:


Manteniendo su castidad por los siglos venideros. Sobre el dedal (tira metálica doblada toscamente sobre sí misma a modo de anillo, que a mi gato le pareció un excelente juguete) y el enhebrador, mejor ni hablamos, y dejo para el final el detalle de la cinta métrica, fabricada en un magnífico papel impreso a una cara y con la asombrosa longitud de cincuenta centimetrazos!


Muy útil para tomar medidas a hobbits, gatos esbeltos o genitales humanos.
Lo crean o no, al final me hice el apaño, no sin dejar por el camino enganchones varios y cortar y empalmar hilo en varias ocasiones gracias al eficiente sistema de nudos automatizados. La conclusión es que, efectivamente, el conjunto vale setenta y cinco céntimos o menos, en China como en Finlandia.

11 comentarios:

Doctor Zayus dijo...

Esto es periodismo del bueno, meterse en la actualidad y experimentarla en carnes propias.

Bancario Sectario dijo...

Ya te digo, no como el tipo ese de Vanity Fair que se sometió aun "waterboarding" de esos.

Augurio Abismal dijo...

Tio, te la han jugao

Bancario Sectario dijo...

Por 75 céntimos de euro, el material gráfico que reúne todo lo que quiero exponer en el post? Hubiera pagado más.

Raul dijo...

Hola me gustaria saber que manera tenemos de comunicarnos y saber cuantos somos en esta lucha y proponer la "conquista" de un pueblo mediante votacion, claro ya que es un pueblo con gran indice de gente joven y re-evolucionaria dispuestos a empezar cambiando un pueblo y la manera de funcionar.

Sedai dijo...

Peor fue unos amigos mios que me regalaron un set de complementos para la PSP (el cual se notaba que venia de una tienda de los chinos), en cual habia una bateria externa que consistia, en un cartucho donde colocabas 5 pilas normales y la conectabas a la PSP. Pues bien, la primera vez que la utilice, no solo no conseguí que funcionara la PSP sino que la bateria externa llego a tal temperatura que fundió las pilas y dios me librara de tocar el cartucho sin guantes ignifugos :-S

Bancario Sectario dijo...

Yo también me compré un "pack" de complementos para el móvil, del cual sólo quería uno de ellos, el más simple, si mal no recuerdo. Allí había plásticos protectores de pantalla antideslizantes (para un móvil tactil!), un cargador cuya clavija no cabía en el móvil, una batería (con lo caras que son, no me he atrevido a usarla nunca, seguro que es una especie de explosivo casero), varias fundas de diseño espantoso que tapaban botones fundamentales y lápices stylus de esos con colores diferentes a la carcasa del móvil, para que canten bien. Un lujo. El soporte para coche, después de arrancarle un trozo y empotrarlo en un hueco del salpicadero, va muy bien :).

Sedai dijo...

Imaginaros un concesionario de coches regentado por Chinos.... miedo me dan esos coches por las calles :-S

Bancario Sectario dijo...

Que yo sepa ya existen marcas chinas, aunque en estas cosas y, por lo que les pueda caer, se lo toman más en serio. Vamos, que salen con lo justito, aquí no parece haber trampa.

Anónimo dijo...

dar la vuelta a todas las cosas de casa, a ver cuantas son chinas. otro tema es que te compres un costurero por 0.75€. ¿que esperas, que cosa solo?

Bancario Sectario dijo...

No es lo mismo fabricado en China que diseñado, fabricado y distribuído por China, que es de lo que yo hablo; la cosa cambia bastante. Lo que no tengo claro que cambien son las condiciones de trabajo. Respecto al costurero, lo único que espero de él es que sea un costurero, o al menos que la mitad de lo que lleve se pueda usar. Y creo que el tema ya no da para más.