Actualmente, el trabajo me deja tan seco que cuando llego a casa, no me quedan fuerzas ni para quejarme por nada, motivo por el cual este blog lleva demasiado tiempo parado, desde el último embiste que logré realizar a una de las más arraigadas costumbres cristofascistas occidentales (las bodas civiles, quitando la ceremonia, suelen participar del mismo modo de todo el folclore posterior).
Así que aprovecho para comentar cómo está el panorama por la banca de primera línea de defensa por si sirviera al próximo estimado cliente que vaya a visitar una oficina.
El tema está así: todas las entidades cobran cada vez más comisiones por un huevo de cosas, y las que dicen que no, es porque sudan un huevo de aceptarte como cliente. Me explico: existen algunas entidades, usualmente basadas en web, que ofrecen el oro y el moro y las cero comisiones a todos sus clientes. Para descubrir su secreto, basta con tratar de abrirse una cuenta. En efecto, no puedes a no ser que tengas una nómina. Qué listos, porque con una nómina domiciliada, NINGÚN banco cobra apenas comisiones a sus clientes y, si lo hacen, largaos de ahí cuanto antes, porque el cliente asalariado es un puto tesoro en estos tiempos madmaxistas que corren. Toda comisión cobrada en cuenta corriente o ahorro sin nómina de por medio, y esto incluye empresas y autónomos, es algo habitual en todos los bancos. Así que, por favor, ya basta de transmitir sensaciones al cada vez más sociópata tipo de la ventanilla. Elevad esas quejas a esferas más elevadas, ampliad la mira para abarcar más objetivos.
Las comisiones vienen a cobrarse por un problema básico de rentabilidad, unido al conocido fenómeno del continuismo salarial de los altos hideputas. Para seguir pagando una obscenidad a directivos, enchufados, consejeros y otras razas de noche, se hace necesario sacar pasta hasta de debajo de las piedras. A esto siempre está el que dice: "vosotros" (como si el banco fuera de alguno de los empleados) "ya sacáis mucho dinero de nuestros ahorros". Bien, si atendiésemos a ese principio básico de diferencia entre tipos de interés, nos encontramos con que actualmente de las hipotecas cobran un interés que básicamente es el Euribor, que se encuentra actualmente por debajo del 1%, mas un diferencial que por término medio suele ser de uno o dos puntos más. Por término medio, tendremos que de una hipoteca estándar, de las concedidas en la época de la "década dorada" Aznaril, se saca un rendimiento del 2,5% en el más generoso de los casos. Los préstamos personales van más caros ahora, pero estaréis de acuerdo conmigo en que de ésos apenas se conceden hoy en día, y su volumen es mucho menor en comparación con el inmenso vertedero hipotecario.
Por otro lado, tenemos los tipos que el banco paga, los de los depósitos a plazo fijo, que son los que constituyen mayor volumen (porque, normalmente, en cuanto alguien tiene algo ahorrado un poco por encima de lo que piensa gastar, lo mete en un depósito). Éstos se pagan por término medio, al 3% - 3,5%, sobre todo desde que el gobierno levantó la veda de las medidas anti-guerra de pasivo que se impusieron en tiempos de PSOE. Para captar nuevo dinero, no es raro ver tipos del 4% o más, según la desesperación de cada entidad.
En resumen, tenemos una diferencia cobros-pagos que, así a primera vista, no parece que vaya a hacer rico a ningún banquero, sino más bien todo lo contrario. Es cierto que la banca también invierte en otras cosillas, de las que ahora no vamos a hablar para no revolver estómagos, pero queda demostrado que la manera tradicional bancaria de hacer dinero ha quedado algo obsoleta.
Además, está el tema de los índices de capitalización que se exigen ahora para poder fiarse una mierda de cualquier banco que tiene como principal activo un montón de basura sobrevalorada e inestable. Lo explican en la revista Consumer aquí con bastante sencillez.
Por este motivo, también vais a ver cómo se os ofrecen con suma cansinez productos para captar vuestro capital del modo más amarrado posible vía acciones del banco, obligaciones, pagarés bancarios, capital social, bonos, etc, para poder capitalizarse con arreglo a las exigencias estatales después del descalabro contable que ha provocado la caída del valor de los pisos que tienen en stock. Meter pasta ahí depende de lo que cada uno se fíe de su banco, pero personalmente me parece increíble que después de lo de Bankia se atrevan a mandar a sus huestes a vender este tipo de productos, como si los empleados fuésemos parientes del hipnosapo.
Y, como he dicho, para evitar cualquier tipo de pérdida, os clavarán comisiones hasta por mirar la publicidad.
Dicho esto, aconsejo que antes de amenazar con retirar todas las cuentas de un sitio, nos aseguremos de que el nuevo banco no nos va a cobrar lo mismo o más. Y, como siempre, organización, información, difusión y consumo inteligente. No se gana ninguna batalla de este tipo yendo uno sólo contra el de la ventanilla, sino organizándose masivamente para castigar o premiar con nuestro consumo a las entidades en función de su actitud.
Recordad mirar siempre hacia arriba, y a ambos lados. Descubriréis enseguida que la mierda cae de ahí.
Ah, feliz año!