No leáis las noticias. Me parece una frase cojonuda para empezar cualquier cosa. La última vez que quise averiguar si se daba cobertura a las concetraciones en Wall Street, me "enteré" de que unos pocos cientos de perdedores habían ido a tocarle los cojones al torete de bronce tras fracasar estrepitosamente la convocatoria internetera. Tambien "supe" de un pequeño grupúsculo de gentuza inferior al millar de personas que se quejó de nosequé en distintas ciudades del país, tratando de coordinarse con los anteriores.
Ahora que sé que los peridistas de RTVE (la pública) tienen un agujero de terciopelo en el trasero por donde los políticos meten la mano y les hacen hablar, todo lo anterior cobra sentido. Es uno de esos pequeños escándalos que aparecen y desaparecen de los medios con la misma rapidez, y lo hacen sólo en unas pocas plataformas, pero no dejan de ser una muestra de que la televisión, pública (y la privada ya ni te cuento) no es más que un puto cañón de excrementos apuntando todo el día hacia nuestra cara. Claro que en nuestra mano está cargarlo con contenidos de calidad bajados de esta nuestra red todavía grande y libre.
Porque lo que tenemos entre manos es, entre otras cosas, una guerra de clases. Es por esta guerra que mucho de lo gratuito es venenoso, como esas abuelas retorcidas que dan de comer carne con matarratas al perro del vecino porque ladra de vez en cuando y se mea en alguna maceta. Y con gratuito me refiero a la tele. Y el clasismo no es algo que se deja ver en barriadas y salarios, existe también un clasismo internacional, un tratamiento diferente de países por parte de muchas corporaciones e instituciones que dejan claro que el nuestro, como tantos otros, es un país de clase paria. Y no hace falta que nos vayamos a la confianza que suscitan internacionalmente nuestras deudas, que en el fondo son poca mierda en comparación con los USA.
Este clasismo se aprecia también en pequeños detalles que ciertas multinacionales tienen para con nuestro mercado, conversiones euro=dólar, que encarecen los productos así como un 33%, salidas al mercado de servicios que cuestan cinco veces más que al otro lado del charco... lo que me trae a la memoria el caso Netflix, servicio de streaming de películas y series (una especie de Series Yonkis legal), de próxima implantación en nuestro país, que tiene el acertado precio de 8,99 $ mensuales para los norteamericanos y el impagable coste de 40 $ para sus vecinos del sur. Con toda la piratería que se dice que hay en España, yo le auguro un éxito sin precedentes a su precio de origen. Es más, lo veo un inicio muy potente para fulminar en cosa de un año la piratería audiovisual de nuestro país. Pero me temo que nuestras tarifas se asemejarán más a los 40 que a los 9 dólares, con lo cual, seguiremos pirateando con la conciencia bien limpia.
Pero el ciudadano de clase baja (ahora que la clase alta ha erradicado esa molesta clase media que estropeaba el paisaje de los campos de golf) no tiene ni puta idea de nada, y cada vez sabrá menos, porque uno de los objetivos de la clase política es el de analfabetizar cada vez más a la población de la base, reduciendo drásticamente la inversión destinada a la educación pública (políticas de austeridad) y poblar la televisión gratuita de programas cerebricidas tipo "Comer, beber, amar" (no sé si es ese el orden) y demás mierda poco procesada y de muy fácil digestión.
De todas formas, la gente de a pie debe de sospechar algo raro, porque si no, no tendría que atender a clientes como el que me vino el otro día preguntando por un seguro de escopeta que no lo quería para cazar, sino para "tener la escopeta detrás de la puerta".
Que la cosa está muy jodida es algo que se palpa en el ambiente, y ni todos los equipos de fútbol jugando a la vez pueden enmascarar. El obrero ya no lo es, es una bomba de relojería que estallará más o menos cuando se le termine la prestación por desempleo. Y tiene la cabeza hecha una mierda, con mogollón de deportes, naderías y mensajes de tranquilidad y consumo irrealizable que lo mantienen zombificado, pero de un modo altamente inestable.
Recientemente estalló la alerta en Francia cuando Siemens, a través de su filial financiera, algo así como lo que tiene aquí El Corte Inglés (una entidad financiera propia, por así decirlo), sacó 500 millones de euros del país para ingresarlo directamente en el BCE, cosa que sólo puede hacer una entidad financiera como tal. El movimiento "desconfiado" no gustó nada a los "mercados", que llevaban ya varios días de caídas en las bolsas y se produjo un momento de tensión similar a los días previos a la caída de Lehman Brothers. Con la única diferencia de que hoy en día algo así sería inasumible para los entes públicos. Cómo no, tras la última reunión de la troika (BCE, FMI y UE), hubo tranquilidad y promesas de refinanciación y prolongación de la agonía para todos los moribundos, con lo cual todo ha vuelto a la anormalidad. Así de frágil es este sistema financiero que nos tiene esclavos a todos con el grillete de la hipoteca, que muchos nos ponemos gustosamente por aquello de tener un lugar (propio) donde caerse muerto.
Las últimas noticias apuntan a que en USA no se pueden creer que los principales bancos de un país de tercera como el nuestro hayan superado ninguna prueba de stress, con lo cual proponen nuevas auditorías con empresas mangoneadas desde allí. Lo dicho, guerra de clases, no pararán hasta que Europa pase a ser parte del tercer mundo. Y pueden conseguirlo, porque en Europa existe otra guera de clases interna que todos conocemos. No conozco de ningunos estados PIGS en EEUU, pero no habrían llegado a donde están si así fuera.
En fin, eso, que la tele es una mierda y esto son cosas que uno ha de leer en blogs y debe contar a la gente como esos que siempre te hablan con los ojos muy abiertos y diciéndolo todo bajito, como si estuvieran poniendo a caldo siempre a la gente que tiene cerca, y en realidad son cosas que no importan una mierda a nadie.
Pues eso, uno de esos post en el que estoy espeso y quiero hablar de muchas cosas pero acabo por no desarrollar ninguna. La guerra Z es cada vez más inminente.
jueves, 29 de septiembre de 2011
domingo, 11 de septiembre de 2011
Especial aniversario 11-S: lo que no contó la TV
A continuación, en 6 minutos, resumido de un modo bastante ingenioso y sin dejarse un detalle, todo lo que no nos han contado por la TV sobre el asunto del 11-S:
Apaga la tele, enciende el PC!
Apaga la tele, enciende el PC!
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